
¿Instagram realmente nos ayuda a hacer más ejercicio?
Hoy vivimos rodeados de mensajes motivacionales. Reels, historias, frases de “vamos con todo” y cuerpos perfectos que prometen inspirarnos a entrenar. Pero la pregunta de fondo es otra, y vale la pena hacérsela con honestidad:
¿Instagram realmente nos ayuda a hacer más ejercicio, o solo nos genera la sensación de que estamos motivados?
La ciencia ofrece una respuesta interesante, porque hay dos estudios que miran exactamente ese fenómeno… y no llegan a la misma conclusión. Juntos, sin embargo, nos muestran una verdad más profunda.
Cuando Instagram sí ayuda
Un estudio publicado hace algunos años probó una intervención donde Instagram se usaba de forma muy activa: publicaciones frecuentes, mensajes emocionales, reconocimiento de los logros de las participantes y mucha interacción entre ellas.
El resultado fue claro: las personas que recibieron ese apoyo digital cumplieron un 17% más de sus sesiones de ejercicio que quienes no lo recibieron.
Ahí, Instagram funcionó como un equipo detrás tuyo: te ve, te anima, te recuerda y te hace sentir parte de algo.
Cuando Instagram no alcanza
El segundo estudio más reciente también utilizó Instagram, pero de otra manera: con mensajes más informativos, menos emocionales y con muy poca interacción entre las participantes.
¿El resultado? Las personas se sintieron más capaces de hacer ejercicio, pero no entrenaron más que el grupo sin Instagram.
Dicho de forma simple: creció la confianza, pero no cambió la conducta.
Entonces, ¿sirve o no sirve Instagram?
Mirando ambos estudios juntos, la conclusión no es “sí” o “no”.
La conclusión es: depende de cómo se use.
Instagram ayuda cuando:
- Hay interacción real.
- Se refuerza el esfuerzo.
- Generar vínculos entre participantes.
- Contenido emocional y constante.
Instagram NO ayuda cuando:
- Solo se entregan mensajes informativos
- No hay comunidad
- La intervención no logra competir con las barreras reales: (falta de tiempo, estrés, cansancio).



