
El Oxígeno Oculto en tus Músculos: Guía Completa sobre Oxigenación Muscular y Fisioterapia
¿Alguna vez has sentido esa quemazón intensa en los músculos durante un entrenamiento, ese punto en el que parece que no puedes hacer ni una repetición más? ¿O te has preguntado por qué después de ciertas terapias físicas sientes una renovada vitalidad en tu cuerpo? La respuesta a estas preguntas, en gran parte, se encuentra en un proceso invisible pero fundamental: la oxigenación muscular.
Para quienes se inician en el mundo del entrenamiento y la salud, este concepto puede sonar complejo, pero es la clave para entender cómo funcionan nuestros músculos, cómo se fatigan y, lo más importante, cómo podemos optimizar su rendimiento y recuperación. Imagina que tus músculos son motores de alto rendimiento; el oxígeno es el combustible premium que necesitan para funcionar de manera eficiente. Sin un suministro adecuado, el motor falla.
Hasta hace poco, medir con precisión este «combustible» en tiempo real era una tarea invasiva y complicada, reservada para laboratorios de élite. Sin embargo, una tecnología revolucionaria llamada Espectroscopia de Infrarrojo Cercano (NIRS, por sus siglas en inglés) está cambiando las reglas del juego. Nos permite, de forma no invasiva, mirar dentro de nuestros músculos y ver exactamente cómo están utilizando el oxígeno (Jan & Cheung, 2026).
Este artículo es una inmersión profunda en el fascinante mundo de la oxigenación muscular. Basándonos en una revisión exhaustiva de 52 estudios científicos, exploraremos no solo qué es y por qué es tan crucial para tu rendimiento, sino también cómo diferentes técnicas de fisioterapia —desde el ejercicio clásico hasta el «cupping»— pueden mejorarla. Y lo más emocionante: descubriremos cómo la tecnología NIRS está abriendo una nueva era de rehabilitación y entrenamiento personalizado (Jan & Cheung, 2026).
Prepárate para descubrir el oxígeno oculto en tus músculos y cómo aprender a gestionarlo puede transformar tu manera de entrenar y recuperarte.
¿Qué es Exactamente la Oxigenación Muscular y por qué Debería Importarte?
Para entender la oxigenación muscular, primero debemos hacer un viaje al interior de nuestro cuerpo, a un nivel microscópico.
La Danza del Oxígeno y la Energía en tu Cuerpo
Imagina una red increíblemente densa y compleja de diminutas «carreteras» que recorren cada rincón de tus músculos. Esta red, conocida como microcirculación, está formada por arteriolas, capilares y vénulas. Su misión principal es actuar como un servicio de entrega y recolección de alta eficiencia (Jan & Cheung, 2026).
Cuando respiras, el oxígeno entra en tus pulmones y se une a la hemoglobina, una proteína en tus glóbulos rojos, que actúa como el «camión de reparto». La sangre, cargada de estos camiones de oxígeno, es bombeada por el corazón y viaja por las arterias hasta llegar a la red de microcirculación de tus músculos. Allí, el oxígeno es entregado a las células musculares.
Pero, ¿para qué lo necesitan? Dentro de cada célula muscular hay unas «centrales eléctricas» llamadas mitocondrias. Estas utilizan el oxígeno para quemar los nutrientes (como la glucosa y las grasas) y producir ATP (trifosfato de adenosina), la molécula que proporciona la energía directa para que tus músculos se contraigan, te muevas, levantes pesas o simplemente camines.
La oxigenación muscular, por lo tanto, no es más que el delicado equilibrio entre la cantidad de oxígeno que llega a tus músculos (la entrega) y la cantidad que tus músculos consumen para generar energía (la demanda) (Jan & Cheung, 2026).
Cuando el Oxígeno No Llega: El Problema de la Mala Oxigenación
Este equilibrio es perfecto cuando estás en reposo, pero cuando empiezas a hacer ejercicio, la demanda de energía se dispara. Tus músculos pueden necesitar hasta 50 veces más energía, lo que requiere un aumento masivo en la entrega de oxígeno. Si la entrega no puede satisfacer la demanda, tus músculos entran en «modo de emergencia», otras vías energéticas que no utilizan el oxígeno se activan de manera predominante pero que también genera subproductos metabólicos, causando esa sensación de quemazón y fatiga que te obliga a parar (Jan & Cheung, 2026).
Una buena oxigenación muscular es, por tanto, sinónimo de mayor resistencia y mejor rendimiento. Permite que tus músculos trabajen de forma eficiente durante más tiempo antes de fatigarse.
Además, factores como el envejecimiento o ciertas enfermedades cardiovasculares pueden dañar esta red de microcirculación, deteriorando la entrega de oxígeno. Esto conduce a una función muscular deficiente, una menor capacidad para realizar actividades diarias y una peor calidad de vida, por lo que mejorar la oxigenación es un objetivo clave en la rehabilitación (Jan & Cheung, 2026).
La Tecnología que lo Revela Todo: Conociendo la Espectroscopia de Infrarrojo Cercano (NIRS)
Si la oxigenación muscular es tan importante, ¿cómo podemos medirla? Tradicionalmente, los métodos eran invasivos (como tomar muestras de sangre directamente del músculo) o extremadamente caros y complejos (como la resonancia magnética). Esto los hacía impracticables para el uso diario en clínicas de fisioterapia o en el campo de entrenamiento (Jan & Cheung, 2026).
Aquí es donde entra en juego la Espectroscopia de Infrarrojo Cercano o NIRS.
¿Cómo «Ve» el NIRS el Oxígeno en tus Músculos?
El principio detrás del NIRS es sorprendentemente elegante y se basa en una propiedad simple de la sangre: su color. La sangre rica en oxígeno (oxigenada) es de un color rojo brillante, mientras que la sangre que ya ha entregado su oxígeno (desoxigenada) es de un rojo mucho más oscuro, casi negro.
Un dispositivo NIRS, que suele ser un pequeño sensor que se coloca sobre la piel, emite luz de infrarrojo cercano (un tipo de luz invisible para el ojo humano) hacia el músculo. Esta luz viaja a través de la piel y el tejido, y parte de ella es absorbida por la sangre mientras que otra parte se refleja de vuelta al sensor.
Dado que la sangre oxigenada y la desoxigenada absorben la luz de manera diferente debido a su color, el dispositivo puede analizar la luz que regresa y calcular en tiempo real las concentraciones de ambas. A partir de ahí, puede determinar la saturación de oxígeno muscular (SmO₂), que es el porcentaje de hemoglobina que está transportando oxígeno en ese preciso momento. Es como tener una ventana directa al equilibrio energético de tu músculo (Jan & Cheung, 2026).
De los Laboratorios a la Pista: Una Breve Historia del NIRS
Aunque parezca tecnología del futuro, la idea básica tiene más de un siglo. La cronología de su desarrollo, según Jan y Cheung (2026), es la siguiente:
1876: Karl von Vierordt, un fisiólogo alemán, fue el primero en observar que la sangre oxigenada y desoxigenada tenía espectros de luz diferentes.
1977: Frans Jöbsis, un científico visionario, aplicó este principio y utilizó por primera vez el NIRS para medir la oxigenación en el cerebro y el músculo de un ser humano vivo, sentando las bases de la tecnología moderna.
Años 80 y 90: La tecnología comenzó a comercializarse. En 1989, Hamamatsu Photonics en Japón lanzó uno de los primeros dispositivos comerciales. Poco después, en 1992, el investigador Britton Chance desarrolló un sistema NIRS portátil para evaluar a remeros de élite, sacando la tecnología del laboratorio y llevándola al mundo del deporte.
2009 en adelante: Aparecen los primeros dispositivos NIRS inalámbricos, haciéndolos aún más prácticos y accesibles para la investigación y la aplicación clínica.
NIRS vs. Oxímetro de Pulso: No son lo Mismo
Es fácil confundir el NIRS con el oxímetro de pulso, ese pequeño dispositivo que te ponen en el dedo en el hospital. Aunque ambos miden la saturación de oxígeno, lo hacen en lugares muy diferentes.
El oxímetro de pulso mide la saturación de oxígeno en la sangre arterial sistémica (macrocirculación). Te dice cuánto oxígeno está disponible en las «autopistas» principales de tu cuerpo.
El NIRS mide la saturación de oxígeno directamente en el tejido muscular (microcirculación). Te informa sobre el equilibrio real entre la entrega y el consumo de oxígeno en el «destino final», que es donde ocurre la acción (Jan & Cheung, 2026).
Esta diferencia es crucial. Puedes tener una saturación arterial perfecta (medida por el oxímetro), pero si tus músculos no están extrayendo y usando ese oxígeno de manera eficiente, tu rendimiento se verá afectado. El NIRS nos da esa información local y específica que antes era inaccesible (Jan & Cheung, 2026).
Poniendo a Prueba la Fisioterapia: ¿Qué Terapias Mejoran Realmente la Oxigenación?
Con la capacidad de medir la oxigenación muscular de forma precisa, los científicos finalmente pueden poner a prueba la eficacia real de diversas intervenciones de fisioterapia. La revisión realizada por Jan y Cheung (2026), que analizó 52 estudios, reveló hallazgos fascinantes sobre lo que realmente funciona.
Ejercicio Aeróbico: El Rey de la Extracción de Oxígeno
No es ninguna sorpresa que el ejercicio aeróbico, como el ciclismo o la caminata, sea beneficioso. Pero el NIRS nos muestra por qué a nivel muscular.
Los estudios demuestran que durante el ejercicio aeróbico, la concentración de hemoglobina oxigenada disminuye mientras que la de hemoglobina desoxigenada aumenta. Esto es una señal clara de que el músculo está trabajando duro, extrayendo más oxígeno de la sangre para satisfacer su demanda de energía. Un estudio encontró que tan solo tres semanas de entrenamiento de resistencia en bicicleta mejoraron significativamente la capacidad de oxigenación muscular y el consumo máximo de oxígeno (VO₂ peak) (Jan & Cheung, 2026).
Curiosamente, el NIRS también revela que no todos los músculos trabajan igual. Al estudiar a ciclistas, se vio que el vasto lateral (un músculo clave del cuádriceps) es el más estudiado, pero a menudo se ignora a otros músculos. Un análisis completo podría mostrar cómo el cuerpo redistribuye el flujo sanguíneo, un dato clave para optimizar el entrenamiento (Jan & Cheung, 2026).
El Debate del Estiramiento: ¿Dinámico o Estático?
Todos sabemos que estirar es importante, pero ¿qué tipo de estiramiento es mejor para la oxigenación? Según los hallazgos reportados por Jan y Cheung (2026):
Estiramiento Estático: Consiste en mantener una posición de estiramiento durante un período de tiempo (por ejemplo, 30 segundos). Los estudios con NIRS muestran que durante un estiramiento estático prolongado, el flujo sanguíneo y la oxigenación en el músculo disminuyen, ya que la tensión comprime los vasos sanguíneos. Sin embargo, una vez que se libera el estiramiento, se produce un aumento significativo tanto del volumen sanguíneo como de la oxigenación, un efecto conocido como «hiperemia reactiva». Para que este efecto beneficioso se mantenga, el estiramiento debe durar al menos dos minutos.
Estiramiento Dinámico: Implica movimientos controlados y fluidos a través de un rango de movimiento completo (por ejemplo, balanceo de piernas). La investigación es clara: el estiramiento dinámico es más eficaz para mejorar la oxigenación muscular en comparación con el estático. Esto se debe probablemente a que el movimiento rítmico actúa como una bomba, promoviendo la circulación sin causar una compresión prolongada de los vasos sanguíneos.
El Misterio del «Cupping» (Ventosas): ¿Funciona de Verdad?
El «cupping» o terapia con ventosas, popularizado por atletas de élite, ha sido objeto de mucho debate. El NIRS está empezando a darnos respuestas objetivas. Esta terapia utiliza ventosas para crear un vacío que succiona la piel, con el objetivo de aumentar el flujo sanguíneo.
Los estudios con NIRS han proporcionado la primera evidencia sólida de que la presión y la duración del cupping son factores críticos. Una mayor presión de succión (por ejemplo, -300 mmHg frente a -225 mmHg) y una mayor duración demostraron ser más eficaces para aumentar el volumen sanguíneo y la oxigenación en el músculo tratado. Además, análisis avanzados muestran que el efecto no se limita solo al área dentro de la ventosa, sino que también influye en la hemodinámica de las zonas circundantes, lo que sugiere una interacción compleja en el tejido (Jan & Cheung, 2026). Lo cual no alcanza para decir que la terapia de cupping tenga efectos significativos sobre la recuperación y rendimiento, pero al menos ciertos mecanismos fisiológicos existen.
Otras Terapias Bajo la Lupa
El NIRS también se ha utilizado para evaluar otras modalidades comunes en fisioterapia (Jan & Cheung, 2026):
Baños de Contraste: La inmersión alternada en agua caliente y fría se basa en la idea de crear un «efecto de bombeo vascular» mediante la vasoconstricción (frío) y la vasodilatación (calor). Los estudios con NIRS confirman que esta técnica es efectiva para mejorar la oxigenación muscular.
Estimulación Eléctrica (EMS): La EMS utiliza impulsos eléctricos para inducir contracciones musculares. El NIRS demuestra que la EMS puede generar una demanda metabólica similar a la de las contracciones voluntarias, mejorando la oxigenación local. En pacientes con lesiones de la médula espinal, se demostró que el ciclismo asistido por estimulación eléctrica aumentó la oxigenación muscular en un impresionante 93%.
El Veredicto Científico: ¿Qué Tan Sólida es la Evidencia?
A pesar de todos estos hallazgos prometedores, es crucial mantener una perspectiva científica equilibrada. La tecnología es potente, pero la investigación aún está en sus primeras etapas.
Un Gigante Dormido: El Potencial Inexplorado del NIRS en Rehabilitación
Uno de los hallazgos más sorprendentes de la revisión científica es cuán poco utilizada está la tecnología NIRS en el campo de la fisioterapia y la rehabilitación en comparación con las ciencias del deporte. Mientras que los científicos del deporte la han adoptado para optimizar el rendimiento de los atletas, muchos fisioterapeutas aún no han aprovechado su potencial (Jan & Cheung, 2026).
Esta «ignorancia», como la describe el estudio, podría estar frenando la eficacia de las intervenciones de rehabilitación. Sin una forma objetiva de medir la respuesta fisiológica de un paciente, los tratamientos a menudo se basan en protocolos estándar en lugar de en necesidades individuales (Jan & Cheung, 2026).
Prometedor, pero con Cautela: Las Limitaciones de los Estudios Actuales
La principal limitación de la investigación actual es la falta de ensayos clínicos controlados a gran escala. La mayoría de los 52 estudios analizados son estudios de cohorte con un número reducido de participantes. Aunque estos estudios son excelentes para explorar nuevas ideas y generar hipótesis, sus resultados pueden estar sesgados y no son suficientes para establecer una evidencia clínica sólida (Jan & Cheung, 2026).
Se necesitan más investigaciones rigurosas para confirmar estos hallazgos preliminares y establecer protocolos estandarizados para el uso del NIRS en la práctica clínica diaria.
El Futuro de la Fisioterapia Personalizada: Adaptando la Terapia a TUS Músculos
Aquí es donde reside el verdadero poder transformador del NIRS. La capacidad de monitorizar la oxigenación muscular en tiempo real abre la puerta a una era de fisioterapia y entrenamiento verdaderamente personalizados.
Hacia una «Dosis» de Terapia Perfecta
Imagina un futuro no muy lejano en el que, en lugar de recibir un plan de rehabilitación genérico, tu fisioterapeuta coloque un pequeño sensor NIRS en tu músculo. Al realizar un ejercicio, estiramiento o recibir una terapia, el terapeuta podría ver en una pantalla exactamente cómo están respondiendo tus músculos (Jan & Cheung, 2026).
¿No hay suficiente cambio en la oxigenación? Quizás la intensidad del ejercicio deba aumentarse.
¿La desoxigenación es demasiado rápida? Podría ser una señal de que necesitas más descanso o una progresión más lenta.
¿Responde mejor tu músculo a 5 minutos de cupping en lugar de 10? El tratamiento puede ajustarse sobre la marcha.
El NIRS permite cuantificar la «dosis» de cada terapia —intensidad, duración, frecuencia— para maximizar la eficacia y adaptarla a tu fisiología única (Jan & Cheung, 2026).
Monitorización en Tiempo Real: Viendo el Progreso Como Nunca Antes
Esta tecnología también ofrece una forma objetiva de seguir el progreso a lo largo del tiempo. Un fisioterapeuta podría comparar tus lecturas de NIRS de una semana a otra para ver si la capacidad de tus músculos para utilizar el oxígeno está mejorando. Esto no solo proporciona una valiosa retroalimentación para ajustar el tratamiento, sino que también puede ser increíblemente motivador para el paciente, que puede «ver» tangiblemente cómo su cuerpo se está volviendo más fuerte y eficiente (Jan & Cheung, 2026).
Conclusión: El Mensaje Clave para tu Próximo Entrenamiento
El viaje al interior de nuestros músculos nos ha revelado un mundo complejo y dinámico donde el oxígeno es el rey. La oxigenación muscular es el pilar fundamental del rendimiento, la resistencia y la recuperación. Descuidarla es como intentar correr un maratón con el tanque de combustible casi vacío.
La ciencia, a través de la innovadora tecnología NIRS, nos está proporcionando por primera vez un mapa detallado de este territorio oculto. Hemos aprendido que:
El ejercicio aeróbico es una herramienta poderosa para entrenar a nuestros músculos a extraer y utilizar el oxígeno de manera más eficiente.
El estiramiento dinámico supera al estático en la preparación y oxigenación de los músculos para la actividad.
Terapias como el cupping y los baños de contraste tienen efectos fisiológicos medibles y pueden ser optimizadas gracias a la monitorización objetiva (Jan & Cheung, 2026).
Aunque la investigación clínica a gran escala todavía es necesaria, el camino está claro. Nos dirigimos hacia una era en la que las decisiones sobre entrenamiento y rehabilitación ya no se basarán únicamente en la intuición o en protocolos de «talla única». Se basarán en datos fisiológicos reales, extraídos directamente de tus propios músculos.
La próxima vez que sientas esa quemazón durante el ejercicio, recuerda la increíble danza del oxígeno que está ocurriendo en tu interior. Y ten presente que, gracias a la ciencia, estamos cada vez más cerca de poder dirigir esa danza para alcanzar nuestro máximo potencial.
Referencias
Jan, Y.-K., & Cheung, W. C. (2026). Muscle oxygenation regulation in physical therapy and rehabilitation. Medical Gas Research, 16(1), 66-75. https://doi.org/10.4103/mgr.MEDGASRES-D-24-00149